En 1998 Ellerstina obtenía lo que era hasta el sábado su último Abierto de Palermo. En ese equipo jugaba Adolfo Cambiaso (hoy rival directo en la Dolfina) y Gonzalo Pieres padre. Sus hijos, tenían una espina clavada: llegaban a la final en Palermo, pero no podían ganarla. Esta vez fue diferente y uno de los campeones, Facundo Pieres, contó sus sensaciones en Radio Belgrano. "Cuando vi que la bocha entraba me cayó la ficha de todo lo que nos iba a pasar", contó el número 1 de Ellerstina.
También, se acordó de Juan Martín Nero (el único en la final con 9 de handicap). "Es increíble lo que juega y le agradezco el hecho de que aceptó jugar con nosotros". Hubo tiempo para acordarse de quienes idear la táctica para la final: "Entre mi viejo y Agote nos indicaron el camino y cumplimos".
Sobre el cierre, explicó que "sería buenísimo jugar el partido de los 80 goles en un torneo oficial, veremos para ver si lo suben a Juanma a 10 goles". A modo de agradecimiento, se despidió con un mimo para el Polideportivo de Radio Belgrano: "Vuelvan a llamarme que son cabala".
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